El 25% de pacientes con 50 o más años que sufren fracturas de cadera y el 16% con fracturas vertebrales mueren en 5 años.
En torno al 25% de varones y mujeres de 50 o más años que sufren fracturas de cadera y el 16% de los que padecen fracturas vertebrales mueren en los cinco años siguientes, según muestran los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad McMaster (Canadá) y publicado en la edición digital de la revista Canadian Medical Association Journal (doi:10.1503/cmaj.081720).
Los investigadores utilizaron datos del ‘Canadian Multicentre Osteoporosis Study’ y examinaron la relación entre las nuevas fracturas y la mortalidad en un período de cinco años en más de 7.750 canadienses de 50 o más años. El estudio, que examinaba varios tipos de fracturas, difería de investigaciones previas en que el grupo de estudio era representativo de la población general.
En palabras del Dr. George Ioannidis, director de la investigación, “las fracturas de cadera podrían tener efectos a largo plazo que dan lugar finalmente a la muerte al señalar o inducir un progresivo deterioro de la salud. Nuestros resultados también mostraron que la fractura vertebral era un indicador pronóstico independiente de la mortalidad”.
Además, los investigadores descubrieron que todos los tipos de fracturas óseas eran más comunes entre las mujeres que entre los hombres, con la excepción de las fracturas en las costillas. Y de la misma manera, también determinaron que las fracturas estaban asociadas con otras consecuencias negativas como mayor dolor, inmovilidad y menor calidad de vida.
“Las personas deberían saber que las fracturas son un grave problema de la osteoporosis. No sólo reducen la calidad de vida asociada a la salud sino que de hecho causan mortalidad. Así que las fracturas de cadera y vertebrales deben ser tomadas en serio y deben prevenirse en los pacientes en tratamiento osteoporótico”, indican los autores.
El estudio descubrió que los factores como el tabaquismo, la actividad física y la prevalencia de otras enfermedades, así como los niveles educativos bajos, aumentaban el riesgo de mortalidad.
Por último, los autores inciden en la necesidad de la puesta en marcha de actuaciones para reducir la probabilidad de fracturas, entre las que se incluirían medicamentos para la osteoporosis, la prevención de caídas, los protectores para las caderas y una mayor rehabilitación después de una fractura para mejorar la movilidad y la fuerza.
Los investigadores utilizaron datos del ‘Canadian Multicentre Osteoporosis Study’ y examinaron la relación entre las nuevas fracturas y la mortalidad en un período de cinco años en más de 7.750 canadienses de 50 o más años. El estudio, que examinaba varios tipos de fracturas, difería de investigaciones previas en que el grupo de estudio era representativo de la población general.
En palabras del Dr. George Ioannidis, director de la investigación, “las fracturas de cadera podrían tener efectos a largo plazo que dan lugar finalmente a la muerte al señalar o inducir un progresivo deterioro de la salud. Nuestros resultados también mostraron que la fractura vertebral era un indicador pronóstico independiente de la mortalidad”.
Además, los investigadores descubrieron que todos los tipos de fracturas óseas eran más comunes entre las mujeres que entre los hombres, con la excepción de las fracturas en las costillas. Y de la misma manera, también determinaron que las fracturas estaban asociadas con otras consecuencias negativas como mayor dolor, inmovilidad y menor calidad de vida.
“Las personas deberían saber que las fracturas son un grave problema de la osteoporosis. No sólo reducen la calidad de vida asociada a la salud sino que de hecho causan mortalidad. Así que las fracturas de cadera y vertebrales deben ser tomadas en serio y deben prevenirse en los pacientes en tratamiento osteoporótico”, indican los autores.
El estudio descubrió que los factores como el tabaquismo, la actividad física y la prevalencia de otras enfermedades, así como los niveles educativos bajos, aumentaban el riesgo de mortalidad.
Por último, los autores inciden en la necesidad de la puesta en marcha de actuaciones para reducir la probabilidad de fracturas, entre las que se incluirían medicamentos para la osteoporosis, la prevención de caídas, los protectores para las caderas y una mayor rehabilitación después de una fractura para mejorar la movilidad y la fuerza.
Gracias a Jano.
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