Las finanzas no solo se aplican a las empresas, también, y como base, a las personas, que con finanzas sanas constituyen empresas sanas y sostenibles. A continuación algunos criterios para hacer eficiente el manejo de nuestros recursos:
1.- Viva, gaste y ahorre de acuerdo con sus posibilidades reales.
1.- Viva, gaste y ahorre de acuerdo con sus posibilidades reales.
Para esto debe conocer con precisión sus ingresos permanentes, ingresos extraordinarios, ingresos potenciales, basados todos en sus capacidades actuales y en desarrollo. Fije expectativas y consuma basado en los mismos y no en ilusiones. En la medida en que sus ingresos crezcan sostenidamente a lo largo de su vida usted podrá asumir mayores responsabilidades económicas y/o mejorar sus estándares de vida. No hay nada más lamentable que vivir aparentando y estar permanentemente al borde del colapso. No sólo afectará su reputación y posibilidades crediticias o de inversión futuras sino que además afectará su salud emocional y física mermando sus posibilidades de desarrollo integral. La austeridad entendida como vivir de acuerdo con sus posibilidades y con racionalidad financiera es una fuente de libertad, seguridad y una ventaja diferencial frente a potenciales socios crediticios o de negocios. El austero (que es muy diferente por tanto al avaro) es confiable porque siempre tiene reservas para sobrellevar (y aprovechar) los momentos difíciles. La austeridad tiene como lógica fundamental gastar bien. Gastar (invertir, incluso donar) en aquello que realmente sea necesario y que por tanto genere bienestar real. Este concepto es relativo al nivel y etapa de desarrollo económico de cada uno. Un carro de lujo por ejemplo será un gasto racional para algunos pero no para otros.
2.- Ahorre para situaciones de emergencia.
Está vinculado con el anterior concepto de austeridad. Establezca un monto (si no puede en este momento propóngaselo como meta) de su ingreso como fondo de reserva para emergencias. Usted estará más tranquilo si sabe que cuenta con una reserva que le permita mantener su nivel de vida, incluidos pagos de deudas, por seis meses por lo menos, en situaciones críticas: cambio de empleo, problemas médicos o cualquier gasto inesperado en general. Tener un fondo de reserva además origina libertad y flexibilidad para tomar mejores decisiones profesionales y de inversión en general.
3.- Endéudese sólo para comprar activos mayores (una casa, un auto, un negocio).
No es saludable endeudarse para compras menores ya que por lo general originan desórdenes inesperados y sobrecostos así como un círculo vicioso del cual no se puede salir fácilmente. Las compras menores deben ser pagadas con los ingresos recurrentes y/o con los ahorros de algunos meses o en todo caso en los momentos de ingresos altos (cuando se recibe un pago extra, una gratificación, un bono, utilidades, etc). Nunca queme salvo situaciones de emergencia real, su fondo de reserva. Y si lo tiene que usar para una emergencia repóngalo lo más rápido posible.
4.- Compare para endeudarse.
Hay tasas muy competitivas hoy para compra de activos fijos. Asegúrese de que usted puede cumplir con tranquilidad con la cuota (o cuotas) y que entiende todos los componentes de la misma (intereses, comisiones, seguros, etc.). Dependiendo de sus ingresos la cuota debe ser equivalente a aquella parte de los mismos que no usa para el día a día y/o que utiliza para alquiler. Trate de mantener como máximo uno o dos préstamos vigentes a la vez ( por ejemplo uno para carro y uno para casa). La deuda no es mala. La deuda racional permite capitalizarse. Lo malo es el exceso de deuda con los riesgos y sobrecostos de todo tipo que conlleva.
(Enviado por Elsa Vargas.)
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