Un estudio elaborado por el Grupo de Neuropsicología de la Universidad de Barcelona ha demostrado que el rendimiento en tareas de reacciometría, psicomotricidad y aprendizaje mejoran con la administración previa de dosis bajas o moderadas de cafeína y glucosa –o la combinación de ambas–, como las contenidas en el café o las bebidas de cola.
En concreto, los responsables del estudio aseguran que consumir el equivalente a dos refrescos de cola o un café una hora antes de una prueba o presentación “puede mejorar el rendimiento intelectual”, mientras que el consumo de dosis “excesivamente altas” de cafeína se asocia con estados anímicos de ansiedad y exceso de estimulación.
Para el análisis de las reacciones, la investigación tomó una muestra de 80 universitarios, de entre 18 y 25 años, a los que administró en ayunas y de forma aleatoria sólo agua, agua más 75 miligramos de glucosa, agua más 75 miligramos de cafeína o agua más glucosa y cafeína.
A continuación, a través de imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf) y de pruebas neuropsicológicas se midieron aptitudes como la velocidad de procesamiento de la información, la destreza manual, la capacidad visuo-espacial, la memoria inmediata y la atención sostenida.
Los resultados, pendientes de publicación, indicarían, en palabras del Dr. Josep María Serra-Grabulosa, que “los sujetos que toman la combinación de cafeína y glucosa tienen un sistema atencional más eficiente, ya que necesitan menor activación cerebral para tener un rendimiento similar al de los otros participantes”.
Además, el estudio apunta que el consumo de estas sustancias “aumenta el estado de alerta y reduce la fatiga, especialmente en situaciones de cansancio o bajo grado de alerta, como por ejemplo en trabajadores de turno de noche o personas privadas de sueño”.
En concreto, los responsables del estudio aseguran que consumir el equivalente a dos refrescos de cola o un café una hora antes de una prueba o presentación “puede mejorar el rendimiento intelectual”, mientras que el consumo de dosis “excesivamente altas” de cafeína se asocia con estados anímicos de ansiedad y exceso de estimulación.
Para el análisis de las reacciones, la investigación tomó una muestra de 80 universitarios, de entre 18 y 25 años, a los que administró en ayunas y de forma aleatoria sólo agua, agua más 75 miligramos de glucosa, agua más 75 miligramos de cafeína o agua más glucosa y cafeína.
A continuación, a través de imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf) y de pruebas neuropsicológicas se midieron aptitudes como la velocidad de procesamiento de la información, la destreza manual, la capacidad visuo-espacial, la memoria inmediata y la atención sostenida.
Los resultados, pendientes de publicación, indicarían, en palabras del Dr. Josep María Serra-Grabulosa, que “los sujetos que toman la combinación de cafeína y glucosa tienen un sistema atencional más eficiente, ya que necesitan menor activación cerebral para tener un rendimiento similar al de los otros participantes”.
Además, el estudio apunta que el consumo de estas sustancias “aumenta el estado de alerta y reduce la fatiga, especialmente en situaciones de cansancio o bajo grado de alerta, como por ejemplo en trabajadores de turno de noche o personas privadas de sueño”.
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