Los procedimientos de radiología intervencionista están creciendo en el tercer mundo.
Los pacientes en los países en desarrollo son altamente propensos a quedar sobreexpuestos a la radiación durante procedimientos clínicos, según reveló un estudio de la International Atomic Energy Agency, de Viena (Austria).Los procedimientos de radiología intervencionista, que combinan la obtención de imágenes (radiografías o tomografías computarizadas) con un tratamiento (apertura de una arteria obstruida), están creciendo en el tercer mundo, de acuerdo con la información de “American Journal of Roentgenology”.
Por ejemplo, casi un tercio de los países en desarrollo incluidos en la encuesta de la agencia tuvieron un 100 por ciento de aumento en los procedimientos de radiología y cardiología intervencionista en niños y adultos.Casi el 40% de los centros participantes tratan a más de 2.000 pacientes por año. Entre el 2006 y el 2008, la agencia reunió información sobre protección de la radiación y las dosis utilizadas en 55 hospitales de 20 países en Europa oriental, Africa y Asia.Muchos centros en esos países carecen de los conceptos de estimación de dosis-paciente y de manejo de dosis, lo que expone a las personas a un alto nivel de riesgo de sufrir complicaciones por sobreexposición a la radiación durante un procedimiento intervencionista, indicó la agencia a través de un comunicado de prensa.Sobreexposición durante las angiplastiasLa agencia evaluó la exposición a la radiación durante angioplastias coronarias en arterias cardíacas obstruidas.
"Hallamos que una gran cantidad de angioplastias coronarias realizadas en países en desarrollo están por encima del nivel de dosis de referencia", explicó el Dr. Madan M. Rehani, que coordinó del estudio.En el 62% de las angioplastias, los pacientes sufrieron sobreexposición a la radiación. Muchos pacientes recibieron sobredosis tan altas como para provocar una inflamación cutánea.Cien de 505 pacientes (casi un quinto del total) recibieron dosis de radiación superior a 2-Gy, el valor umbral por encima del cual aparecen efectos secundarios sobre la piel. Aun así, los investigadores señalaron: "Sigue sorprendiendo a muchos (radiólogos) que aún ocurran quemaduras por radiación que pueden ser crónicas y gravemente dolorosas".
El Dr. Rehani dijo que si bien los métodos para estimar las dosis de radiación estaban disponibles sólo en la mitad de los centros, "ninguno tenía experiencia en su uso". Mientras que la protección de los pacientes era generalmente insuficiente, "la situación con respecto de la protección del personal" era "generalmente aceptable".Los centros médicos en los países en desarrollo "deben fijar una cultura de evaluación y de manejo de dosis", recomendó el Dr. Rehani.
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