Las infecciones de piel y tejidos blandos son uno de los procesos infecciosos más frecuentes en la práctica clínica, y su diagnóstico microbiológico constituye una de las tareas de más compleja valoración dentro del laboratorio.
El diagnóstico de infección de piel y tejidos blandos es clínico y no microbiológico. El diagnóstico microbiológico se reserva para los casos en que se precisa conocer la etiología de la infección, bien porque sean de particular gravedad, se sospechen microorganismos menos frecuentes (como en enfermos inmunodeprimidos), haya habido mala respuesta a tratamientos antimicrobianos
previos, o se trate de heridas de larga evolución que no cicatrizan dentro de un período de tiempo razonable.
Se describen las indicaciones, la técnica de obtención y de procesamiento y los criterios de interpretación de diferentes tipos de cultivos, tales como los cultivos cuantitativos de biopsias y tejidos, y los cultivos semicuantitativos y cualitativos de todo tipo de muestras.
En muestras no invasivas de heridas abiertas, la aplicación del “índice Q” a la tinción de Gram permite estandarizar la evaluación de la calidad de la muestra y la interpretación de la implicación patógena de los diferentes microorganismos aislados en el cultivo de una manera
coste-eficaz.
El desarrollo de todos estos aspectos se puede consultar en el procedimiento microbiológico SEIMC número 22:
“Diagnóstico microbiológico de las infecciones de piel y tejidos blandos” (2.ª ed., 2006).
DESCARGALO CLIQUENDO EL SIGUIENTE LINK:
diagnostico microbiologico de enfermedades en piel.pdf
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