Las infecciones de transmisión sexual (ITS) constituyen un importante problema de salud pública a nivel mundial.
El diagnóstico microbiológico precoz mediante técnicas sensibles y específicas es crucial para una reducción exitosa de la transmisión y de las secuelas de las ITS.
La presente revisión realiza una descripción de los métodos actuales empleados en el diagnóstico.
Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis son los patógenos más frecuentes en la uretritis y la cervicitis.
El cultivo sigue siendo la técnica de referencia para el diagnóstico de la gonococia; en el caso de C. trachomatis, las técnicas de amplificación de ácidos nucleicos se consideran el nuevo patrón de referencia, aunque el cultivo sigue siendo la técnica más específica.
Las úlceras genitales debidas a Treponema pallidum, Haemophilus ducreyi o virus del herpes simple tienen una pequeña correlación clinicobacteriológica y, por tanto, es esencial llevar a cabo estudios microbiológicos para establecer el diagnóstico. Las lesiones presentes en el período primario o secundario de la sífilis se pueden diagnosticar por microscopia de campo oscuro; el
diagnóstico serológico en el resto de períodos implica la realización de pruebas no treponémicas junto con pruebas treponémicas confirmatorias.
Para el virus del herpes simple, el cultivo celular se considera el método de referencia; los métodos moleculares también tienen una sensibilidad y especificidad cercanas al 100%.
Actualmente, el diagnóstico microbiológico de H. ducreyi y del linfogranuloma venéreo se basa en el empleo de técnicas moleculares sobre muestras obtenidas de la ulceración o adenopatía.
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