viernes, 14 de agosto de 2009

HONGOS SUS GENERALIDADES: Dermatomicosis Saproficias y Dermatofitosis


Desde los estudios de Whittaker en 1969 1, los hongos se consideran como un reino independiente dentro de la clasificación de los seres vivos, junto a los animales, las plantas, los protozoos y las moneras.

A su vez, dentro del Regnum fungi se incluyen al menos cuatro grandes divisiones o phylla: Chytridiomycota, Zygomycota, Ascomycota y Basidiomycota.

Estas divisiones se basan fundamentalmente en los caracteres de sus teleomorfos, es decir, la fase sexuada de su ciclo vital. Los hongos que no se reproducen por vía sexuada, o en los que ésta
no ha sido descrita, se denominan en la actualidad mitospóricos, y antaño se agrupaban en un phyllum diferente, llamado Deuteromycota o Fungi imperfecti. En estos hongos imperfectos, entre los que está la mayoría de las especies patógenas para el hombre, la identificación se basa en el estudio de los distintos tipos de esporos asexuados, su morfología, su formación en la hifa en
la que se originan, e incluso en las formas y la disposición de éstas.
Muchas especies fúngicas poseen dos nombres distintos, dependiendo de la fase, sexuada o asexuada, de su ciclo vital. La nomenclatura de la mayoría de las especies patógenas se refiere a la forma asexuada o anamorfo, pues es la única que se encuentra en el laboratorio.
Los detalles inherentes a la compleja taxonomía fúngica, así como la descripción minuciosa de los distintos géneros y especies patógenas, están fuera del alcance de esta monografía, pero los interesados pueden consultar algunos de los textos a los que aluden las primeras citas bibliográficas 2-6.

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ARTROSIS - OBESIDAD

El exceso de peso está asociado a un riesgo mayor de sufrir una degeneración más rápida del cartílago.

La artrosis es una enfermedad reumática que suele aparecer a partir de los 50 años, aunque no es exclusiva de la vejez. Causa una gran incapacidad motivada por la lesión del cartílago articular, lo que produce dolor y rigidez. A pesar de que es una patología en la que se ha registrado un bajo índice de mortalidad, aumenta de forma progresiva con la edad y es causa de incapacidad laboral. Su prevalencia es elevada, sobre todo, entre las mujeres. Sin embargo, aunque hay algunos factores determinantes en su aparición contra los que poco se puede hacer, muchos estudios apuntan a una asociación importante entre sobrepeso y artrosis.
Una razón de peso
La obesidad incrementa el riesgo de degeneración del cartílago. Ésta es la conclusión a la que llega un estudio llevado a cabo por investigadores del Departamento de Radiología de la Universidad de Boston (EE.UU.), y publicado en "Radiology". Para la investigación, los expertos han estudiado a más de 3.000 personas entre 50 y 79 años con riesgo de sufrir artrosis o signos radiológicos de enfermedad temprana. Según apuntan los autores, para cada incremento en un punto en el índice de masa corporal (el IMC, que relaciona el peso con la talla de una persona e indica el grado de sobrepeso), el daño en el cartílago aumentaba hasta un 11%.
Sin embargo, tal pérdida no se relacionaba con otros factores como la edad, el sexo o el grupo étnico. La manera en que ha debutado la enfermedad ha sido en forma de lesión en el menisco, inflamación de la membrana que recubre la articulación (sinovitis) y derrame sinovial, los primeros signos característicos de personas con sobrepeso.
HABITOS SALUDABLES
Los malos hábitos alimentarios, junto con una vida sedentaria, hacen mella entre los más jóvenes. La generalización de hábitos nada saludables ha provocado la disminución significativa de la edad de aparición de los primeros síntomas de la artrosis, según la Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista (Semergen). Los datos disponibles muestran que un sobrepeso del 20% multiplica por diez el riesgo de sufrir artrosis en la rodilla.

Parece ser que, además de prevenir la enfermedad y retrasar su aparición, una pérdida de peso también alivia los síntomas si la artrosis se ha originado. Un peso adecuado no elimina los síntomas dolorosos, pero los disminuye, concluye un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad John Hopkins (EE.UU). Para los expertos, con sólo bajar siete kilos "extras" se reducen al 50% los síntomas de la artrosis de rodilla.
En España, la mitad de los pacientes con esta patología son obesos. Por este motivo, los expertos destacan la importancia de seguir unos hábitos alimentarios y de ejercicio físico correctos, tanto en el ámbito de la prevención como en el del tratamiento. La Sociedad Española de Reumatología ha elaborado una serie de recomendaciones para intentar mejorar la calidad de vida de los afectados y una lista de fármacos analgésicos y anti inflamatorios de elección. Sin embargo, el trtamiento no farmacologico, como el ejercicio físico, una dieta equilibrada baja en grasas o la rehabilitación son claves para conseguir mejorar los síntomas.
Repercusión económica
Además de la repercusión en la calidad de vida de los afectados, la artrosis supone unos costes nada desdeñables para el sistema sanitario español. Los últimos datos disponibles muestran que, junto con el cáncer, es la segunda patología que más gasto sanitario genera. Por delante sólo se encuentran las enfermedades cardiovasculares. El tratamiento de la artrosis de rodilla y cadera, las formas que más invalidan, suponen un coste aproximado de 4.700 millones de euros anuales. Los gastos directos constituyen el 86%, mientras que los indirectos, por bajas laborales y algún tipo de incapacidad, son el 14%. Se calcula que por cada paciente con artrosis se invierten unos 1.500 euros al año.
El estudio ARTROCAD ya apuntaba los motivos. Este trabajo, desarrollado por la Sociedad Española de Reumatología y la Sociedad Española de Medicina Familiar y Generalista, analizó una muestra de 1.300 pacientes, con una edad media de 71 años. El 93% de la población estudiada pertenecía a una clase social media o baja, en un 74% eran mujeres y sólo el 10% estaba en activo. En la mayoría de los casos se daban enfermedades asociadas, como hipertensión arterial (57%), diabetes (19%), enfermedad vascular periférica (15%), enfermedades cardíacas (10%) o pulmonares (8%). Llamaba la atención que todos los encuestados habían visitado al médico de familia una vez al mes y, en los últimos seis meses, habían acudido una vez al especialista del aparato locomotor.
En cuanto al tratamiento, el 70% tomaba analgesia y otro 70% antiinflamatorios (cerca de la mitad de los encuestados combinaba los dos tratamientos), un 10% se medicaba con fármacos de acción lenta y el 5% había recibido inyecciones de ácido hialurónico para la artrosis de la rodilla. Con todo ello, además, el 60% tomaba algún protector gástrico.
PEOR SIN EJERCICIO

El estudio ARTROCAD subraya que un 75% de los pacientes con artrosis no practica ningún tipo de actividad física para aliviar el dolor asociado, a pesar de que el 50% de los pacientes tienen problemas de obesidad y, en la misma proporción, estos consideran que así mejoraría su enfermedad. La práctica de ejercicio ayuda a mantener un peso adecuado, previene la destrucción del cartílago articular y mejora su vascularización.
No obstante, las actividades físicas con mejores resultados son las de bajo impacto ortopédico y con menor riesgo de lesión, como la natación, el ciclismo o los paseos. Estos últimos se practican con mayor constancia y, desde el punto de vista cardiovascular y locomotor, son la actividad más segura, si bien conviene consultar con un experto, ya sea médico de familia, reumatólogo o fisioterapeuta.
En el estudio, casi la mitad de los encuestados declaró que su médico de familia le había recomendado algún tipo de ejercicio para mejorar la condición física, aunque sólo el 24% manifestaba practicarlo y, un 13%, había seguido algún tratamiento de rehabilitación y fisioterapia.


TOPICOS CIERTOS Y FALSOS SOBRE LOS MOSQUITOS


Los expertos señalan algunas ideas equivocadas sobre estos insectos y explican varios métodos ecológicos para combatirlos
Algunos tópicos sobre los mosquitos son ciertos, como su preferencia por picar a determinadas personas, pero otros son falsos. Ni la orina es recomendable para aliviar las picaduras, ni los aparatos de ultrasonidos son eficaces para ahuyentarlos. Así lo recalcan los expertos en estos insectos, que explican los principales métodos para evitarlos, incluidos los ecológicos.
Los científicos han descubierto más de 3.000 especies de mosquitos en todo el mundo, de las que unas 60 viven en España. No obstante, el número podría ser mayor, ya que se encuentran de forma continua nuevas especies.
Los mosquitos pasan en su ciclo biológico por varias fases (huevo, larva, pupa y adulto) que pueden perdurar de un año a otro. En su fase adulta -cuando se vuelven molestos- pueden vivir en general entre una semana y un mes, aunque depende de la especie. Algunas hembras pueden incluso "hibernar" en el interior de casas, cuadras o guaridas de animales. Los machos viven menos ya que su función acaba después de la cópula, mientras que las hembras han de conseguir sangre para poder madurar sus ovarios y realizar la puesta de huevos. Tras obtener los nutrientes necesarios, las hembras no se alimentan más hasta que ponen sus huevos. Entonces vuelve a comenzar el proceso de buscar sangre para poner más huevos.
Por ello, son en realidad las mosquitas las que pican, a unas personas más que a otras. Roger Eritja y Carlos Aranda, co-directores del Servicio de Control de Mosquitos del Baix Llobregat, explican que las hembras son atraídas por diferentes estímulos como la temperatura, las formas visuales, las sustancias volátiles de diverso tipo y, en especial, el dióxido de carbono (CO2). "Como cada persona es diferente, produce una atracción diferente", añaden.
Los niños parecen una de las dianas preferidas de los mosquitos. María Teresa Gómez, profesora de Enfermedades Parasitarias de la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera, señala que podría deberse a que los pequeños tienen temperaturas basales y frecuencias respiratorias más altas que los adultos.
Las hembras necesitan llenarse de sangre una vez por cada puesta de huevos, y lo suelen hacer en una única picadura. No obstante, si tienen que interrumpir su alimentación, ya sea por agresiones o movimientos defensivos de las personas y animales, necesitan volver a picar. Algunas especies, como el MOSQUITO TIGRE (Aedes albopictus) o el Aedes aegypti, toman esa sangre en varias picaduras seguidas, por lo que un solo mosquito provoca varias ronchas.
El momento elegido para buscar su alimento depende también de la especie: algunas pican de día, como el mosquito tigre, otras prefieren la noche, en otros casos el crepúsculo, y algunas pueden picar las 24 horas. Pero en general, es el atardecer y el anochecer son los momentos de mayor activación de las hembras.
La especie que más pica a los españoles es la Culex pipiens, el "mosquito trompetero", llamado así por el ruido que hace al acercarse a su presa, según María Teresa Gómez. Este mosquito penetra en las casas sin problemas, a diferencia de otros que no lo hacen. Roger Eritja y Carlos Aranda añaden otras especies a la lista de las más molestas en España: Anopheles atroparvus, Culex modestus, Ochlerotatus caspius, Aedes vexans, y desde que se introdujo en 2004, el mosquito tigre (Aedes albopictus).
El escozor no es el principal inconveniente de la picadura. Algunas especies pueden transmitir enfermedades como la malaria, la fiebre amarilla, el dengue o las filariosis, que causan la muerte a miles de personas en todo el mundo.
El ser humano parece ser quien provoca el aumento y dispersión de algunas especies de mosquitos. Roger Eritja y Carlos Aranda recuerdan que el transporte de mercancías facilitó la introducción del mosquito tigre en Europa. María Teresa Gómez explica que si con el cambio climático aumenta la temperatura y la humedad (aguas estancadas), su desarrollo se favorecerá de manera enorme.
Métodos ecológicos para combatir a los mosquitos
Los sistemas para combatir a estos insectos son muy variados, y en algunos casos respetuosos con el medio ambiente, pero no todos son eficaces. Los co-directores del Servicio de Control de Mosquitos del Baix Llobregat afirman que hay larvicidas con bacterias "seguros y ecológicos", pero para uso profesional. Sin embargo, Roger Eritja y Carlos Aranda aseguran que para un uso doméstico no hay soluciones de las llamadas ecológicas eficaces. Este experto desaconseja los aparatos de ultrasonidos comercializados para ahuyentar a los mosquitos, porque son "auténticos engaños". Tampoco recomienda utilizar orina o amoníaco como remedios "caseros" para aliviar las picaduras.
La profesora de la Universidad CEU Cardenal Herrera señala varios remedios respetuosos con el medio ambiente. Las telas mosquiteras son una barrera física eficaz. En zonas africanas se reparten para evitar la transmisión de enfermedades mortales como la malaria, "aunque no son del agrado de la gente y no las utilizan", apostilla. El drenaje de ciertas zonas de cría de mosquitos también ayuda, porque es en el agua donde pasan todas sus fases de vida, excepto la de adulto. La eliminación de latas o ruedas de coches y camiones abandonadas es un buen recurso, ya que acumulan agua de lluvia y favorecen la reproducción de los mosquitos.
La naturaleza también puede ser de gran ayuda, recuerda María Teresa Gómez. Los predadores naturales de las larvas de mosquitos, como algunas especies de peces, o algunas bacterias como el Bacillus thuringiensis subespecie israelensis pueden acabar con ellas, por lo que se utilizan como larvicidas ecológicos. Respecto a los predadores de los adultos, las ranas, salamanquesas, murciélagos, arañas, etc., se alimentan de insectos sin problemas.
Roger Eritja y Carlos Aranda citan a la citronella, una planta que repele a los mosquitos, aunque en efectos muy bajos, y al pelitre, otro vegetal del que se extraen insecticidas.
En cualquier caso, se aconseja la combinación de varios remedios para combatir el ataque de estos seres.
Efectos negativos de los insecticidas químicos
María Teresa Gómez recuerda los efectos nocivos de algunos insecticidas químicos, como los organofosforados, que en dosis altas provocan hipersalivación, vómitos y diarreas en el ser humano y en animales. Los carbamatos son tóxicos para peces y abejas, mientras que los organoclorados, como el DDT, persisten mucho en el ambiente y en la grasa de los animales, y sus efectos perduran a muy largo plazo.
Por ello, en la actualidad se tiende a utilizar insecticidas de baja persistencia y a repetir los tratamientos en los periodos adecuados para actuar frente a las fases sensibles. Roger Eritja y Carlos Aranda afirman que si se utilizan de manera correcta, los plaguicidas químicos actuales no deben causar problemas a corto o medio plazo.
Además, según estos dos expertos, las sustancias que han demostrado efectos nocivos para la salud y el medio ambiente han sido prohibidas, como la mayoría de organoclorados. Las investigaciones son necesarias para evitar la utilización de otras posibles sustancias tóxicas. Por ejemplo, un reciente estudio publicado en la revista BioMed Central Biology concluye que el N,N-dietil-m-toluamida (DEET), utilizado en la mayoría de los repelentes de mosquitos, es tóxico para el sistema nervioso central.


LA PIEL EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA - COMO PREVENIR TUMORES


La prevención es clave para evitar tumores ya que la mayor parte de la exposición solar se concentra en los primeros 18 años.

Con el fin de prevenir los tumores de piel en niños y adolescentes, los pediatras de atención primaria insisten cada verano en la necesidad de usar protección solar. En España, entre los años 1991 y 2000, el índice de mortalidad por melanoma superó al del resto de países europeos. Por este motivo, los especialistas recuerdan que las medidas preventivas son fundamentales.
Autor: Por JORDI MONTANER


La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) advierten del peligro potencial que conlleva una exposición al sol prolongada. Produce quemaduras, foto-sensibilidad y dermatitis a corto plazo, así como envejecimiento cutáneo, cataratas, alteraciones inmunológicas y cáncer, a largo plazo. Los especialistas destacan que, desde 1991 hasta 2000, España registró un incremento del índice de mortalidad por melanoma que colocó al país por delante del resto de Europa.
En estos días de calor, conviene recordar que la cantidad de radiación solar UVA y UVB que alcanza la superficie de la Tierra depende de la latitud, la altitud (mayor irradiación con la proximidad al Ecuador y a alturas elevadas), la hora del día (mayor intensidad entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde), la nubosidad y el estado de la capa de ozono.

Un problema muy cercano

En la actualidad, los tipos de cáncer más frecuentes entre la población española son los que afectan a la piel. La AEPap y la SEPEAP insisten en la relación causal entre las radiaciones solares y el riesgo de padecer cánceres cutáneos. "Su aparición se relaciona con la exposición a los rayos solares durante largos períodos de tiempo y exposiciones intermitentes e intensas, que causan quemaduras", explica Susana Méndez, pediatra de la AEPap.
Los tumores de piel se dividen en dos tipos: melanomas y tumores no melanomatosos, constituidos por carcinomas espinocelulares y basocelulares. El melanoma es el más peligroso. Si no se trata de manera adecuada, su pronóstico es grave. En España es uno de los cánceres emergentes entre la población de raza blanca. Se ha constatado un incremento más intenso del índice de mortalidad que en el resto de países europeos. El aumento en el número de muertes en la pasada década se acercó al 3% en el caso de los hombres y al 1,8%, en el de las mujeres.
España ocupa el decimosexto lugar en orden de frecuencia tumoral para hombres y el décimo para mujeres. En este tipo de cáncer, lo más importante es la prevención. Sobre todo, hay que evitar que los rayos solares dañen la piel de los más jóvenes, puesto que la mayor parte de la exposición solar de una vida se concentra en los primeros 18 años.

Factores de riesgo
Los factores de riesgo asociados al cáncer de piel son el fototipo, el color de pelo y ojos, la presencia de lunares, los antecedentes familiares y el tiempo de exposición solar. Según la división de Fitzpatrick, se contabilizan hasta seis fototipos diferentes para definir la tendencia de la piel, determinada de forma genética, a la quemadura solar y al bronceado tras una exposición a la radiación ultravioleta. Estos abarcan desde el fototipo I, que no se broncea nunca y se quema siempre, al IV, que se broncea siempre y jamás se quema.
Los fototipos V y VI se corresponden con las razas de piel más oscura, casi insensible a los efectos peligrosos del sol. Los fototipos I y II, en consecuencia, son los que presentan un mayor riesgo de melanoma. El pelo rubio, y más todavía el pelirrojo, se consideran factores de riesgo; al igual que un color de ojos claro y la tendencia a desarrollar efélides (pecas). La presencia en la piel de numerosos lunares (nevus), bien sea por predisposición genética o secundaria a la exposición intermitente durante la infancia, es otro riesgo destacado.


PREVENIR
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria recomiendan las siguientes medidas preventivas:
Evitar una exposición solar excesiva y dar ejemplo a los niños con hábitos adecuados.
Proteger la cabeza, el cuerpo y los ojos con gorras, camisetas y gafas de sol.
Procurar estar a la sombra desde las doce del mediodía hasta las cinco de la tarde.
Aplicarse siempre crema con factor de protección solar 15 o más alto, extenderla 30 minutos antes de estar al sol y volver a aplicarla cada 2 ó 3 horas, después de sudar mucho o tras bañarse.
Los lactantes menores de seis meses no deben exponerse a la luz solar directa.
Respecto a la fotoprotección, se recomienda: vestir ropa fina que cubra la piel, sombreros de ala ancha y gafas de sol con filtro UV-A y UV-B, y usar fotoprotectores tópicos (cremas), que absorben y/o dispersan la radiación ultravioleta en la piel.
El factor de protección solar (FPS) mide la eficacia de los fotoprotectores. Se calcula a partir de la dosis de radiación ultravioleta que produce un enrojecimiento mínimo en una piel protegida (tras la aplicación de 2mg/cm2 de fotoprotector) y la dosis que causa el mismo efecto en una piel sin proteger.
Desde marzo de 2006, una normativa europea prohíbe comercializar productos cosméticos fotoprotectores sin un nuevo símbolo de información para el consumidor: un tarro con una tapa abierta y un número en el envase. Esta cifra indica los meses que se puede utilizar el producto con una eficacia garantizada.
LA NATURALEZA DE LOS RAYOS
La radiación ultravioleta solar tiene una longitud de onda aproximada de 200-400 nm. Las longitudes intermedias (290-320 nm), conocidas por las siglas UVB, pueden causar quemaduras solares y favorecen la aparición de alteraciones a largo plazo, como el envejecimiento de la piel y los tumores. Las longitudes de onda cortas (320-400 nm), o UVA, no producen quemaduras solares, pero sí reacciones de fotosensibilidad y fotodermatosis (enfermedades producidas o agravadas por energía lumínica).